He empezado una nueva etapa en mi vida y en el camino -como siempre- me encontré con gente que está en los caminos del Señor; gente agradable, amable y feliz. Dios trabaja en forma misteriosa cada vez que necesitamos de su ayuda. Muchas veces nuesta impaciencia, nuestra desconfianza e incluso nuestra pseudo fé nos impulsa a no ser pacientes; a no saber esperar un poco más y lo irónico es que cuando depronto nos invade esa sensación de oscuridad...el mismísimo Dios aparece de la manera menos esperada y lo único que podemos hacer es guardar silencio ante quien en silencio nos enseña que el amor nos debería alentar a pacientemente esperar.
Gracias a todos los compañeros de la Facultad de Educación y les deseo Bendiciones hasta el culmen de este proyecto.
Alejandro Londoño A
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